Hoy, día de la Candelaria, es el cumpleaños de mi abuelo. Justo antes de entrar en el colegio, Joana y yo hemos intentado llamar para felicitarlo, pero no ha respondido al teléfono. Claro -he pensado- al fin y al cabo, ya son 94; es muy posible que siga en la cama. ¿Para qué va a levantarse tan temprano?
A las 11 he vuelto a llamar, ya sin Joana. Esta vez sí han respondido al teléfono.
- ¿Abuela? Soy yo. ¿Está el abuelo?
- ¿El abuelo? ¿A estas horas? Claro que no: está trabajando.
Y en España se debate si la jubilación a los 65 o a los 67. Qué familia más extra ordinaria tengo.
2 comentarios:
A mí me ha ocurrido más o menos lo mismo, pero sobre las 12...
¡Definitivamente extra ordinario!
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