21/9/10
Principio socrático
La sabiduría, ¿no empieza por reconocer los propios límites? Si eso es cierto, no podéis decir que sea el amor de madre lo que me ciega.
- Venga, Joana. Ya es tarde. Métete en la cama.
Y obedece porque, además, es buena.
Su voz suena desde debajo de las sábanas:
- Mamá.
- Dime.
Sé que intentará liarme con alguna historia, sólo porque me quede un rato más así, sentada a su lado. Hablando. Me armo de paciencia.
- Mamá, es que hay cosas que no sé...
No es un mal comienzo. Empiezo a preparar mi arsenal de respuestas rápidas-aunque-sinceras-y-razonadas, procurando que no quede flanco al descubierto. No quiero que me pille por sorpresa.
- ¿Sí?
- Pero son tantas... Buenas noches.
Gana incluso sin disparar. Estoy tocada y vencida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
¡Tuiteado!:
"El arranque socrático de la pequeña Joana: "Mamá, hay tantas cosas que no sé...". http://bit.ly/bzFwu0 Uno de mis blogs favoritos".
¡Tuiteado!: "El arranque socrático de la pequeña Joana: "Mamá, hay tantas cosas que no sé...". http://bit.ly/bzFwu0 Uno de mis blogs favoritos".
Jaque mate.
Parece que nos ganan por la mano..., casi siempre. Creo que Joana se va a reir mucho con todas estas historias cuando se las regales.
Envidiable capacidad la del "buenas noches" después de tamaño reconocimiento.
Publicar un comentario