18/7/09

Día de asueto


Aprovechando un día de sol abrasador, Joana y yo nos fuimos a pasar el día al parque acuático de Wroclaw. Le compré unos manguitos azules y nos metimos en las piscinas. Creo que si no le crecieron escamas fue tan solo porque de vez en cuando tenía que salir para ir al baño. Cuando me harté de perseguirla por el agua, me recosté al sol, consensuando la zona por la que podía nadar, dentro de mi campo de visión (esta vigilancia celosa no me permitió encarar el sol, así que ahora soy como un entrecot mal hecho: quemada por un lado, el derecho, y poco hecha por el otro). Era divertido verla pelear contra la corriente circular -artificial, por supuesto- en la que se había entretenido un rato. Le costó salir, pero lo logró. Nadar hasta las escaleras se convirtió en un reto. Sólo había cinco o seis metros, pero había que atravesar unos pequeños surtidores burbujeantes, que la empujaban en cualquier otra dirección. Aprendió a dar un rodeo. Aun así, el estilo perrito era muy lento, así que, obligada por las circunstancias empezó a nadar de verdad. Veremos si se acuerda este verano en el mar.

En el parque encontramos otros dos enanitos.

1 comentario:

nico dijo...

¿Y cuándo nadará sin manguitos? Una niña de la costa tiene que saber nadar ya de pequeñita!
Ens veiem demà (ja vaig mirant horaris de cine, jeje).