- Mamá, ¿por qué no me llamas Javier Pedro?
- Porque tu nombre es Juana de Arco.
- ¿Y quién lo eligió?
- Yo.
- ¿Y por qué me llamo Juana de Arco?
- Porque yo elegí ese nombre. Y porque es el nombre con el que te bautizaron.
- ¿Y por qué me bautizaron?
- Para que seas amiga de Jesús.
- ¿Y tú estabas allí sentada?
- No. Estaba de pie.
- ¿Y por qué no nació un papá que sea para mí?
- ...
- ...
- No lo sé.
2 comentarios:
Más suerte la próxima vez.
Lo bo es fa esperar.
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