5/11/09

Argumentación


Joana ya sabe reconocer los argumentos de autoridad.
Sí, sí. Se ha dado cuenta de que cuando tengo que afirmar algo serio, recurro a ellos:

- Joana, cuando haces (o no haces) [eso] me pongo muy triste, y ¿sabes quién más se pone triste? Jesús.
Y se porta bien, al menos durante un rato, porque ella no quiere poner triste a Jesús.

- Mamá, ¿qué está diciendo el sacerdote?
- Que cuando hacemos algo malo a alguien, no sé, como no prestar un juguete o tirar del pelo, es como si se lo hiciéramos a Jesús.
Abre unos ojos como platos: ¿no prestar un juguete a Jesús? ¿Tirar del pelo a Jesús? ¡A quién se le ocurriría!

Ah, pero no sólo eso. También está aprendiendo a usarlos (aún no domina del todo la técnica):
- Mamá, ¿puedo comer una madalena?
- Podrás. Espera al postre. Anda, ve a quitarte el abrigo.
- Mamá, no olvides darme una madalena de postre, ¿eh?
- No olvides tú pedírmela.
- Pero, mamá, a ver, te estoy diciendo que no olvides que me tienes que dar una madalena de postre.
- Y yo te digo que procuraré no olvidarlo, pero dado que eres tú quien la quiere, no olvides pedírmela.
- Pero mamá, a ver. Dios, a veces, sólo pide..., pero otras veces Dios hace como tú dices, ¿me entiendes?

2 comentarios:

Pieralí dijo...

Interesante lógica la de Joana!!...pero qué es una madalena??

Anónimo dijo...

Qué lista es Joana!! Lo ha comprendido muchísimo antes que yo...
bettyboop