Mi propio padre empezó a mostrar síntomas al nacer su primera nieta, Joana. Joana empezó a hablar pronto y aún no se ha callado. Y también empezó pronto a leer. Cuando alguien comentaba esto al abuelo, él solía quitar hierro (con una falsa modestia que a nadie engañaba) diciendo "sí, bueno, pero el inglés aún se le atraganta un poco". ¡Si tenía un año escaso, la criatura!Pues desde entonces ya ha llovido, pero él no ha mejorado.
- Avi, yo ya sé leer.
- ¿En serio, Eugenia? ¡Qué ilusión! A ver, ¿qué pone aquí?
Y el abuelo señala una palabra cualquiera del primer libro que ha encontrado a mano. A saber: la hoja dominical, el Dioscórides o un recetario de la Thermomix.
Eugenia mira muy seria y concentrada las letras. Y al abuelo. Y las letras. Y al abuelo. Y, resuelta, responde:
- No, avi; yo solo sé leer animales. Mira. ¿Ves esto de aquí? Pues pone o-ve-ja.
1 comentario:
¿O sea que de momento se apaña con los dibujos qué es cada cosa y más tarde con las letras no?
Según he entendido de lo que has escrito en este post.
Sigue que son interesantes :)
Publicar un comentario