Me embarco en esta aventura internáutica equipada con la lección de amor de un amigo y maestro que ya nos contempla desde el cielo, junto al Señor. Su familia, siguiendo el ejemplo que Xavier Fàbrega les -y nos- legó, ha sabido interpretar el que sería su mensaje póstumo a sus amigos. Como el recordatorio está en catalán, la traducción es mía y me disculpo por la calidad del resultado:
No llores si me amas
Si conocieras el don de Dios
y aquello que hallarás en el cielo...
Si pudieses oír el canto de los ángeles
Si vieras los horizontes y los nuevos caminos
por donde ahora voy...
Si por un instante contemplaras la armonía
y la belleza que yo contemplo...
Me verás de nuevo, transformado y feliz,
ya no esperando la muerte;
y caminaré junto a ti, sosteniendo tu mano
por los nuevos senderos de luz y vida...
Seca tus lágrimas y no llores si me quieres.
(San Agustín)
4 comentarios:
Pues hay que estrenar esto de comentarte, Mònica -acabo de leer el mensaje en mi móvil moroso-. Me alegrará mucho leerte. Adelante...
Felicidades, Mònica, por el inicio del blog, especialmente en estas duras circunstancias en que lo haces... Xavier Fàbrega bien se merece este primer comentario, y mucho más. Desde Jerusalén, ciudad que vemos en la foto, le recordaremos con mucho cariño.
Y que puedas seguir con notas igual de jugosas, pero por motivos menos dolorosos.
Enana linda:
Has vuelto a la pluma -cibernética esta vez-, aunque con una noticia agridulce. De todos modos,me alegra que empieces este blog, pues si no hablamos tan seguido como quisiera, por lo menos podré leerte y saber qué tiene esa cabecita tuya.
Missyousomuchsiempre.
Tamalito
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