2/11/07

ensayo/error


Esto de criar hijos tiene mucho de experimentación. Ayer tanteamos el olfato cinéfilo de Joana permitiendo que se quedase después de cenar a ver El diablo dijo no (heaven can wait), de Lubitsch, en versión original subtitulada grosso modo. Apunto las conclusiones más interesantes:

1. Una película subtitulada es la mejor opción para que la abuela deje la plancha y la disfrute desde el sofá (si alguien cree que otra posibilidad sería que cogiera yo la plancha y la usase, lo siento, no se contempla por inverosímil).

2. Las películas de Lubitsch no sirven para dormir bebés.

3. No es factible seguir una película junto a una niña con un globo rojo.

4. Que una niña se acueste tarde no implica que deje de madrugar.

5. El criterio cinematográfico de Joana no está aún bien desarrollado. Su familia sigue creyendo que es una niña prodigio y probará a demostrarlo con sucesivos experimentos.

También Joana sacó sus propias conclusiones:

1. Lubitsch no está a la altura de Los tres cerditos o El globo rojo.

2. Si me pongo delante de mamá, mirándola fíjamente a los ojos, consigo que oscile, y la abuela se ríe.

3. Si pongo el globo rojo delante del abuelo, consigo que oscile, y la abuela también se ríe.

6 comentarios:

Marc Roig Tió dijo...

Aqui tambien vemos peliculas subtituladas, pero en holandes. A veces me gustaria tener un globo rojo cerca para dejar de pensar en una pelicula que no entiendo. Inventarse los dialogos no siempre funciona y quedarse callado cuando los demas rien es un poco traumatico.

Ferran dijo...

Bien, bien... Yo también creo en el progreso de Joana: seguid investigando, seguro que habrá resultados.

¿Yo he visto esta película?

J. dijo...

Nosotros oscilamos.

¿Tú no oscilas con el globo delante?

¿Tienes rayos x? Hmmm, te sigues haciendo la mayor. Así nunca cumplirás 19 años.

ramiro dijo...

Pronto confeccionaremos una sesión de cine para Joana y el globo.Me ayudará un especialista en seres y objetos imaginarios (que por cierto, es al único que conozco que está más loco que yo): mi amigo imaginario el Capitán Smith.
No hay que preocuparse si a Joana todavía no le gusta Lubitsch. Éste es como el tango, que siempre espera.

mòmo dijo...

Marc, ya conoces el dicho: allí donde fueres... Observa bien, no sea que te rías cuando suene el himno de Holanda, o algo por el estilo.
Ferran, de parte de papá: No, no la has visto. De mi parte: Pon remedio a eso; merece la pena.
J., nunca dudes de mi inmadurez. Si yo no escilo detrás del globo, es porque le pareció mucho más gracioso dedicar el globo por entero a su abuelo, y a mí tan solo una mirada penetrante.
Ramiro, capitán S, gracias, esperaremos esa sesión mordiéndonos las uñas. De hecho, sí hubo una parte que le gustó: las coristas, el cabaret. No sé si me alegra o me preocupa...

am dijo...

Qué post más tierno!