Contaba yo batallitas a un amigo mientras Joana dibujaba paraguas de colores a mi lado: espera, espera, entiende que sé que fue culpa mía, porque, verás, andaba liada con mil cosas, mucho trabajo y supongo que no tenía tiempo para...
- No, mamá: tú no eres fea. Tú eres muy guapa. Y si alguien te dice que tú eres fea, le dices que no, que yo... que no, que tú eres guapa, porque tú eres la más guapa y no eres fea y a veces tienes muchas cosas que hacer pero no haces nada.
Y esa falta de acción tenía ecos de virtud teologal.
4 comentarios:
Sabiduría. Son sabios y sentencian.
Más parece cardinal, algo así como Justicia.
Ya tienes razón, Sergio. Era por darle un grado más elevado... ¡Si es que soy una hiperbólica como un templo!
Pues no da la impresión, te conservas muy bien.
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