19/10/09

Juicio final


Llegamos al colegio. Esta mañana, como tantas otras, ha habido pelea por si te distraes, si no me ayudas, si haz el favor de vestirte sola. Pero el frío otoñal congela los malos humores y enseguida recordamos que tenemos que comprobar cómo avanza el cambio de color de las hojas de nuestro árbol, el que observamos todos los días: casi todas son ya de un rojo ciruela. Recogemos del suelo una para Celia, la maestra, y seguimos caminando.

- Mamá... Esto es un poco de tristeza.
- ¿El qué?
- Esto que pienso.
- A ver, dime.
- Pienso que cuando te mueras, te pesaré.
- ¿Me pesarás? ¿Por qué?
- Porque así, mejor. Y entonces, pues todo será mejor.
- ¿Por qué?
- Porque sabremos cuánto pesas.

* La metopa de la imagen, en la que se ve a san Miguel y al diablo a punto de pesar un alma, pertenece a la iglesia de san Martín de Tours, en Artaiz.

2 comentarios:

Fa dijo...

El otoño que es tan profundo...

un abrazote a las dos!

Txomin dijo...

Es un mundo difícil de comprender