15/10/09

locomoción asistida


Joana tiene buen despertar. No siempre salta de la cama en cuanto voy a buscarla -eso suele hacerlo sólo si yo estoy durmiendo y es fin de semana, como cualquier niño-, sino que remolonea, se gira y estira el edredón hasta su nariz. Pero se le escapa una sonrisa. Juega. Y si me siento en la cama y tengo paciencia, abrirá los ojos, me dará un beso y me comentará alguna ocurrencia mañanera:
- Mamá, ¿sabes?, cuando me muevo, no me estoy moviendo yo.
- ¿Ah, no?
- No. Son hormigas.
- ¡Hormigas! ¿Tenemos hormigas en casa?
- Es que son hormigas mágicas y no puedes verlas.
- Ah. ¿Y tienen mucha fuerza?
- Sí. Y también son así de grandes.

* Sí, sí, la foto es antigua. Pero es bonita, ¿no?

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