2/6/10

El conflicto


Joana está cansada. Es tarde. Ella y su amiga Andrea acaban de llegar de patinaje y se están bañando. Quiere más jabón para jugar. Andrea dice que no, que se gasta. Ella que sí, la otra que no. ¡Paf! No, no he sido yo. Joana le ha plantado un bofetón a Andrea, que ahora está llorando, sorprendida. Ambas lloran. A Andrea se le pasa enseguida. A Joana me la llevo a casa aún llorando. Intento calmarla, a la vez que le recuerdo que no se puede pegar a nadie.
- ¡Es que no me hacía caso!
Y sigue llorando.
A llantos desesperados, soluciones drásticas. Nada más entrar en casa, me agacho, porque va a ser una conversación de altura.
- A ver, Joana. Deja de llorar. Voy a contarte lo que ha ocurrido. ¿Vale?
No contesta porque sigue gimoteando, pero asiente.
- Mira. Había una ciudad en la que no querían que entrara nadie. Todo el mundo lo sabía: en esa ciudad no se podía entrar. Pero unos señores decidieron que iban a entrar y se subieron a sus barcos y fueron hacia la ciudad. Los de la ciudad les dijeron: ¡No se puede entrar! Y ellos respondieron que querían entrar. Y unos que sí, y otros que no. Al final, se dispararon y murieron catorce personas. ¿Qué te parece?
- Maa-aa-al.
- Ya, bueno. Pero es que no les hacían caso, por eso dispararon.
Su llanto, que había descendido a nivel de gimoteo, va ahora in crescendo. Pero ya no tiene nada que ver con ese otro llanto, caprichoso y cansado. Este es mucho más profundo. Estas ya no son lágrimas de cocodrilo.
- Venga. Deja de llorar y ve al baño.
Me obedece, pero desde el baño me llama con voz hiposa. Acudo.
- Es... que..., mamá, es que... no sa-bes... que cua-ando... uno se... arrepente..., llora.
- Sí que lo sé. Y también sé que ahora estás arrepentida. ¿Qué quieres hacer?
- Pe-edirle per-dón... a... Andrea.
- Me parece estupendo. ¿La llamamos por teléfono?
- No. Va-amos a... su... casa.
- Vamos.

4 comentarios:

Sergio dijo...

Jo.

pau dijo...

Me conmueve.

Mae Ortiz dijo...

Un ejemplo increíble!! Qué didactismo!

Ale's mom dijo...

¡Qué buena historia!