16/6/10
El lado práctico
Hoy Andrea y Joana me han acompañado a limpiar la iglesia. Mientras íbamos de camino, yo las animaba para la tarea.
- Me ayudaréis, ¿vale? Os daré un trapo a cada una y os encargaréis de los bancos. Que queden relucientes. ¿Qué os parece?
- Bien.
Al momento, Andrea, pletórica de ánimos, ha iniciado su propia argumentación.
- Mira, Joana, hay que dejarlo limpísimo porque es como los clientes.
- ¿Qué? (Joana no tiene tanta visión empresarial como su amiga)
- Sí. Mira. Las personas que vienen a la iglesia son como los clientes de Jesús. Y pues si vienen y se lo encuentran todo sucio, ¿qué te piensas? ¡Pues Jesús pierde a sus clientes!
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1 comentario:
Conociendo a mi hija...., ¡típico! No se me ocurre otra expresión.
JAJAJAJA.
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