Su nueva bomba de oxígeno (que no sustituye, pero complementa) se llama Manel y aún no tiene 3 años.
No tiene la labia de Joana a su edad. De hecho, el comentario más habitual en respuesta a su verborrea es ¿qué ha dicho? Pero la convivencia -o el instinto, no sé- todo lo puede. Yo le entiendo. Y su padre, a veces. Y su hermana mayor, casi sempre. En beneficio del amable lector, transcribo lo que entiendo, no lo que chapurrea.
El sábado nos fuimos de excursión. La intención era subir al Turó de l'home, en el Montseny. Dada la diferente capacidad rampante de los excursionistas, era evidente que el grupo no se mantendría unido. Mandamos por delante a los abuelos, los tíos, la sobrina (en mochila) y a Joana. Los rezagados siempre supimos que no llegaríamos a la cima.
Manel enseguida descubrió la emoción de encontrar ramas desprendidas y troncos secos y probar su capacidad bastonil. En los márgenes del camino, además de palos y hojarasca, asomaban setas vistosas de diferente color. Me invadió ese no-sé-qué aleccionador que insufla la sabiduría casera.
- Mira, Manel. Setas.
- ¡Oh, setas!
- Sí. ¿Sabes qué ocurre con las setas? Algo curioso. Algunas son buenas y están muy ricas...
- A mí gustan mucho setas.
- No lo dudo. Pero hay otras que no son buenas, que te darían dolor de tripa. Por eso, si vemos una seta que no conocemos, no debemos tocarla, ¿vale?
- Vale.
- ¿Entendido?
- Sí.
- Esta seta morada, ¿la conocemos?
- No.
- ¿Hay que tocarla?
- No.
Y ya iba a ponerme en marcha otra vez, con el pecho henchido, cuando...
- Espera, mamá.
- ¿Qué ocurre?
- Espera. ¿Cómo te llamas? Mamá, se llama Maña. Ahora ya la conocemos. ¿Ya puedo tocarla?
Esta no es Maña, pero es que el diálogo se repitió varias veces. |
Esta sí es Maña. |
4 comentarios:
Genial.
Pero ¡qué ilusión! ¡Tú por aquí de nuevo!
Entrañable y bonita entrada.
Me ha encantado leerte.
Un cordial saludo.
Veo la primera foto y, no sé por qué, resuena en mi cabeza la música de la película "Conan".
PD: Nuevos fascículos en el quiosco. ¡Bien!
Publicar un comentario