5/9/14

Donde las dan, las toman (estoy refranera)

Manel ayuda a su abuelo en la cocina. Manel mete la mano donde no debe. Manel no atiende a advertencias. La mano regordeta y demasiado curiosa de Manel recibe un cariñoso manotazo del abuelo.

- ¡Voy a buscar a la policía!
- ¿Qué dices?
- ¡Voy a buscar a la policía y te llevarán a tú y te encerrarán!

Al abuelo se le escapa la risa. Manel finje seriedad y corre hacia la puerta de entrada.

- ¡Policía, policía!

Manel regresa corriendo hacia el abuelo, transformado en un sonoro coche de policía.

- ¡Ni-no-ni-no-ni-no-ni-no-ni-no!

Su mano, la agredida, se prende de la muñeca del abuelo como una tenaza.

- ¡Ya está! ¡Ha venido la policía!

Por fortuna, la policía ha sido indulgente y todo ha quedado en una advertencia escandalosa.

2 comentarios:

ERT dijo...

¿Segundo aliento?

Ferran dijo...

Poco uniformado, para ser policía...