Llega una carta del colegio. Viene a decir que en breve explicarán la reproducción humana en clase y que agradecerían que los niños vinieran ya un poco informados de casa.
Íñigo y yo nos pasamos la pelota durante unos días. Al final, Joana es quien decide (de una manera original):
- Aita, ¿es verdad que la Virgen dijo "cómo va a ser eso si yo no conozco varón"?
- Sí, ¿pues?
- Bueno, al menos a José lo conocía. Y seguro que a alguno más.
- Ah, bueno, es que no se refiere a eso.
Y le suelta una introducción al tema, que no reproduzco porque no quiero robar instantes de gloria a ningún progenitor. Que cada cual dé lo mejor de sí.
Pero sólo una introducción, porque las preguntas de Joana van más allá de la biología. Y me deja a mí el meollo. Y yo hago lo que puedo. Intento no irme por las ramas, pero supongo que un poco sí que me he balanceado...
- Pero a ver, ¿cómo se encuentran el espermatozoide ese y el óvulo? ¿Van volando por ahí y de repente ¡pan! se encuentran? Al menos, yo me lo imagino así.
Odio que me manden tarea.
1 comentario:
qué suerte ha tenido Joana de que sus padres le hayan explicado todo el "misterio" y qué gracioso que justo te hayas olvidado de explicarle la parte más "misteriosa"...
Pero bueno ahora solo te quedan 3 conversaciones más y terminas los deberes :D
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