Esta mañana Joana se ha ido de campamento por primera vez.
Hasta esta mañana, vivía emocionada la espera.
Pero esta mañana no sabía si quería irse. "Mamá, no sé qué me pasa, pero me duele todo". "Mamá, esta noche he tenido una pesadilla, me he levantado y he dejado esta nota en la pizarra para mis hermanos; ¿se la leerás, por favor?". "Papá..." (abraaaaazo muuuuy laaaargo).
Ahora ya se ha ido y seguro que lo está pasando genial.
Ahora yo la echo de menos.
Y no soy la única.
- ¡Mamá! ¡Veeen!
- No grites. Voy. Dime. ¿Qué ocurre?
- He escrito una nota. Mira.
- Ya veo. ¿Y qué dice?
- Dice: "Joana, te quiero y no quería que te fueras lejos".
La segunda vez que se lo he preguntado, decía que quería ir con Joana. A buen entendedor, sobran explicaciones.
3 comentarios:
Yo cuando fui a un campamento como por ejemplo al pantano de Alloz, me quise quedar unos días más porque estuve muy a gusto. Si Joana se lo pasa bien, seguro que le pasará lo mismo que a mí.
Eso espero, Gonzalo.
¿y cómo estuvo la bienvenida de los hermanos?
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