26/9/07

higos


Se acaban los higos y el abuelo Luis cierra el tenderete. Verás, es que si no puedes llenar la cajita mejor cerrar y marcharse. Se refiere a la caja -o cajas- de cartón que sus hijas, yernos, nuera y nietos han estado llenando para él en las higueras del huerto, siempre bajo implacable dirección técnica del abuelo. Más tarde, hacia las seis de la tarde, cuando el sol ya pierde fuerza y no duele, se sentará en el patio, sobre su taburete, y dejará la apetitosa fruta en otro taburete, frente a sí; los bastones -ya hace tiempo que necesita dos- descansan a su lado; en sus manos, la bolsa con euros para las vueltas, y a sus pies varias bolsas de plástico para rellenar con docenas de fraile: las de trece.

Ha sido un buen verano. ¿Cuánto has ganado, abuelo? Unos cuatrocientos euros. Pero ahora ya quedan pocos higos. Las uvas, los membrillos, las almendras... Me hago viejo, ¿sabes? No lo tenía previsto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cómo se nota que tu abuelo es de otra generación. Yo ahora estoy mirando folletos sobre planes de pensión.

Bloody Marie dijo...

Qué bonito Mò! Y yo tengo unas fotos que ilustrarían tu tierna descripción. Quién pudiera saborear estos últimos resquicios...
Avi, molts petons i més figues per l'any que ve!

J. dijo...

Bueno, Mòmo. La entada es preciosa. Más malaquita.

P.D. bizcocho.