10/10/07
En mi bolso; por ejemplo, hoy
El monedero (pesa poco pero no está vacío).
Otro monedero que me trajo Paula de Costa Rica (este sí, vacío).
El tarjetero, vomitando tarjetas y papeles varios, la mayoría inútiles ya.
Un pescado pequeño, naranja y de madera.
Un par de clínex a medio usar, que tiraré justo 11 horas antes de necesitarlos (poco más, poco menos).
Las gafas de sol, moradas y graduadas.
Las llaves de casa, pendientes de un gran corazón rojo que dice: "Te quiero, mamá".
Otro juego de llaves de casa.
Las llaves del coche de mi hermana.
Una libreta.
Un bolígrafo que funciona y uno que no.
Tabaco.
Varios mecheros; unos funcionan y otros no.
Un cocinero barrigón que, creo, es una de las estrellas de Ratattuille.
Nota1: Busque las llaves que busque, siempre son las terceras en salir, es una observación empírica. Seguro que Murphy podría opinar al respecto.
Nota2: El cuchillo ya no está. Lo llevaba con el pacífico objetivo de pelar fruta, pero tuve que tirarlo subrepticiamente antes de entrar al estadio del Athletic a ver un partido, por si las moscas.
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3 comentarios:
La mejor solución: saca uno de los juegos de llaves de tu casa. Y, busques las llaves que busques, seguirán siendo siempre las segundas en salir, pero por lo menos te ahorras algo de tiempo. Y el mal trago de perder el bolso y quedarte sin ningún juego de llaves de casa!!
mua!!!
Y mi Bizcocho, supongo, pequeña O'Brien. Y un croquis...
Por eso las llevo en el bolso, bloody, por eso.
Tu bizcocho no, J., que atreríá hormigas, y en el bolso no cabe más gente. El croquis, sí, por supuesto; lo uso cada vez ue necesito llegar a algún sitio. Es tan abstracto, que siempre acierta.
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