12/11/07

Normalidad


Hoy no me ha pillado por sorpresa el cartelito. "Estamos en el aula de 1-2". No puede ser otra vez... Pero sí: por segundo fin de semana consecutivo, unos imbéciles han roto uno de los cristales del aula de los más pequeños.
Los llamo imbéciles un poco por falta de imaginación, y otro poco porque creo que el adjetivo se les ajusta bastante. Para empezar, hablo en plural porque la cobardía suele necesitar público (un poco de barra brava), luego, es necesario un esfuerzo mayor o menor, según los casos, para anular las bombillas de inteligencia que todos los seres humanos tienen.
La maestra que cuida de los más madrugadores es quien me lo ha contando, mezcla de dolor -porque es su aula, son sus niños- e indiferencia. Sin indignación. Como resignada. Ya ha pasado otras veces.
También a esto nos acostumbramos.

3 comentarios:

Marc Roig Tió dijo...

Lástima que un escrito tan bueno ser para ilustrar las gamberradas de unos pedantes degenerados. No obstante, ¿porque no lo mandas como carta al director de unos de los periódicos locales? Quizá es un modo de darle eco al acontecimiento y remover conciencias.

Nahum dijo...

Se empieza por eso y, si se mira para otro lado, se acaba en cosas peores.

Una pena.

J. dijo...

Imbéciles. Y pérfidos.