22/7/08

Rinek

Pisé el hotel de Wroclaw para dejar la maleta en la habitación. Inmediatamente oí al otro lado de la puerta una voz en español y, claro, salí a curiosear. Era José Luis, un vallisoletano afincado en la ciudad que hacía las veces de anfitrión, de parte del departamento de filología hispánica de la Universidad de Wroclaw. Le pedí indicaciones para llegar al centro y se ofreció a acompañarme. De camino, aprovechó para contarme algunas curiosidades del Odra, los puentes, los edificios, las calles. 
Y llegamos al Rinek, la preciosa plaza mayor de Wroclaw, con sus restaurados y coloreados edificios circundándola y, en el centro, otro cuadrado formado por algunas viviendas y, sobre todo, el ayuntamiento, que ocupa tres cuartas partes. Es la zona más turística de una ciudad no excesivamente turística: abundan las terrazas y los restaurantes y hay tres o cuatro cochecitos de campo de golf que ofrecen paseos comentados. 

En uno de los laterales hay una casa, estrecha y alta como las demás, de piedra desnuda, sin su mano de pintura. Es la única que milagrosamente se mantuvo en pie tras los bombardeos. Y allá al fondo, pasada esa esquina, está la plaza de la sal, con su ininterrumpido mercado de flores. Rosas y girasoles de larguísimo tallo sobresaliendo de cientos de jarrones de plástico blanco.
A los polacos les gustan las flores y son muy dados al "díselo con flores" -según me contaron, a mí no me dijo nada ningún girasol-; se les ve pasear con ramos de diferentes tamaños envueltos en celofán verde a ellos, con una o dos flores en la mano a ellas. Hay flores también en algunos balcones, reconocí geranios y poco más. En el sur de España es hermoso el color sobre las fachadas blancas. Sobre gris ennegrecido no es tan hermoso, de acuerdo, pero se agradece más.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡En Polonia! Wroclaw no la conozco (la Breslau prusiana, de ahí era Edith Stein, igual que el Odra es el "Oder" del mapa de Europa de la EGB) pero sí otras ciudades que fui empalmando en otras excursiones, y que muy de cuando en cuando me producen blanditas nostalgias . Me encantaría recorrer una vez más Polonia, y de cabo a rabo, y a ser posible en tren o a caballo, como debe ser... no sigo porque empiezo a ponerme migueldorsiano, y me limito a recomendarte la película de Andrzej Wajda "Pan Tadeusz". Es lindísima de escuchar en versión original, porque está en verso y además el polaco me parece una lengua dulce y melodiosa.

mòmo dijo...

¡¿Dónde la consigo?!

Anónimo dijo...

Es relativamente reciente (entre el 1999 y el 2001, supongo), y supongo que en Fnac o Corte Inglés podrían localizarla: yo la he visto a la venta y en casa de algún amigo. Pero mi copia la logré en los mágicos Polvos Azules, ya sabes.
(Conste que si no te hablo del argumento o de escenas memorables de la peli es para no destriparte nada nada)

mòmo dijo...

Se os agradece la deferencia, noble húsar.