espíritu beligerante

- Mamá, ¿cantamos?
- Claro, ¿cuál quieres que cantemos?
- Mmmmm... Cántame la de las niñas pequeñas.
- Está bien.
[Vamos a dejar algo a la imaginación...] ... i com un àngel queda adormit*.
- Mamá, ¿los ángeles también duermen?
- Pues no sé. ¿A ti qué te parece?
- Me parece, me parece... que no.
- Que no... Pues debe ser que no. Al menos tu ángel de la guarda no duerme. Él siempre te vigila y cuida de ti.
- Claro. Mi ángel de la guarda no duerme, porque es muy fuerte. ... No, no es muy fuerte, pero tiene una espada muy grande. Mamá: yo también quiero una espada.
- ¿Una espada? ¿Y qué ibas a hacer tú con una espada?
- Matar mosquitos.

* ...y se duerme como un ángel.