6/8/08

Los abusos de la GTA


Uno de los modos más evidentes para detectar la propia posición en la organización de la empresa (vale lo mismo para cualquier agrupación de amigos o conocidos) es la gestión que la cabeza del grupo hace con tu tiempo. Por ejemplo, un departamento prepara un curso de verano e insta a todos sus miembros (tanto profesionales como simples aprendices) a asistir. En el programa se detalla que a las 10 empieza el movimiento con el reparto de material complementario, a las 10:45 se inaugura el curso y a las 11 tiene lugar la primera sesión.
Los profesionales en la GTA (Gestión del Tiempo Ajeno) son conscientes de que muchas de las personalidades que van a asistir necesitan esos 45 minutos de margen para llegar al punto de encuentro, así que los permiten. Incluso más. Al final, debido al programado retraso de ciertos magnates del intelecto, todo empieza con una hora de retraso. Y una hora tal vez no sea demasiado, pero es una hora robada, sobre todo a los aprendices que, libres por ahora del virus del egocentrismo, estaban en el lugar indicado a las 9:45, conscientes de que el tiempo de los demás merece un respeto reverencial.

* ¿El dibujo? Uno de los que hizo Michael Ende para Momo.

2 comentarios:

Sergio dijo...

En situaciones así, envidio a cierta tribu de indios de Norteamérica, los HOPI, que carecen, incluso en su lenguaje, de una noción tan estricta del tiempo como la nuestra.
Cuando decidían reunirse en algún lugar no concretaban la fecha; simplemente iban llegando al valle donde habían quedado y se instalaban allí hasta que llegaban todos.

Ander Izagirre dijo...

Por lo que cuenta Mónica, aquel magnate del intelecto era un auténtico indio hopi.

(Conocí a los hopi hace unos años, en Arizona. En el supermercado de su pueblo tenían horario estricto de apertura y cierre. Ya no son lo que eran...).