11/8/08

todo se estropea


Estos días hablamos por teléfono, luchando por entendernos a pesar del ruido, la cobertura o nuestras incoherencias naturales.
- ¡Mamá!
- ¡Joana!
- No has venido.
- Ya te dije que no podía... pero vendré.
- ¿Qué?
- Que vendré dentro de...
- ¿Qué? ¿Mamá?
- Joana, pon bien el teléfono en...
- ¿Qué?
- Que coloques bien el...
- ¿Mamá? ¿Qué?
- Joana, ¿me escuchas?
- No. ¿Qué?
- ¡Pon bien el teléfono!
- Espera. No cuelgues. Tengo que cambiar de oído. Este está estropeado.

1 comentario:

María dijo...

juajuajua estos niños! Tengo un hermano con salidas parecidas... a veces (muchas) da pena que crezcan y pierdan esta frescura!