23/6/09

Bajkobus



El Bajkobus, el autobús de la foto de ayer, es una iniciativa del Teatro Lalek, el teatro de marionetas de Wroclaw. Según me han dicho, no lleva en marcha mucho tiempo. En algunos puntos estratégicos alrededor del Rynek se han colocado unos carteles en los que se anuncian los días y las horas en que el Bajkobus se detendrá allí. Antes de esa hora ya solemos estar por ahí, vigilando. De pronto, como un evolucionado flautista de Hamelín, aparece este autobús único, al son de una música alegre e infantil que imita los gritos emocionados de los niños. Y los niños, algunos ya lo vienen siguiendo, se congregan a su alrededor. Del autobús se apea un hombre con cara de no haber tenido infancia y coloca la cuerda que separará público de escena. Los niños, prudentes, se sientan en el suelo, del lado adecuado de la cuerda -por ahora-. Joana está en primera fila. Las puertas se abren y he aquí que dentro hay un escenario en terciopelo rojo, con marionetas que cantan, bailan, vuelan e interactúan con humanos.
A veces, no se abre la parte trasera del autobús, sino una trampilla por la que asoma un arlequín medieval (de carne y hueso) que dialoga con marionetas bebedoras de cerveza y un tribunal de estatuas vivas.
A veces, no entender el argumento nos trae algún problema. El tribunal pétreo condenó con voz grave a cuatro marionetas a la cárcel, entre las risotadas de los cerveceros. Joana me miró, compungida: mamá, están en la cárcel; hay tres príncipes y una princesa... Como no entendía nada, respondí lo que me pareció más lógico: No te preocupes, ya los salvarán. Pero terminó la función, desapareció el arlequín y desaparecieron las marionetas; sólo quedó en escena la reja tras la que estaban los cuatro tristes presos.
Los niños se acercaban para ver de cerca a los títeres. También nosotras.
- Mamá, no los han salvado...
- ...
Y en un susurro: - Mamá, ¿nos llevamos uno?

No hay comentarios: