8/6/09
Un día de excursión
- ¿Y? ¿Cómo ha ido la excursión?
- Bien.
- ¿Sí? ¿Habéis visto animales?
- Sí.
- ¿Qué animales había?
- ¡Conejos!
- ¿En serio?, ¿conejos? Qué bien. ¿Qué más?
- ¡koń!
- ¿caballos?
- Sí.
- Estarías contenta, ¿no?
- Sí. Y me han dejado montar.
- ¿Os han dejado montar a todos?
- No, sólo a mí.
- Ah, ¿y has tenido miedo?
- Sí, pero luego le he dicho al caballo que era yo, y ya no he tenido miedo. Y corría mucho. Luego, cuando me tenía que ir me ha dado un beso.
- ¿El caballo?
- Sí. Y también un abrazo muy fuerte. Es que me quería mucho.
- Ah. Qué raro.
- Sí. Y luego también he montado sobre un conejo.
- ¿Sobre un conejo?
- Sí, con mis amigos. Y el conejo nos ha llevado hasta el cielo.
- ¿Y qué habéis hecho en el cielo?
- Ah, pues la Virgen nos ha preparado unas camas para que descansemos, porque estábamos muy cansados.
- Vaya. Un día muy completo.
* Antes de que Sergio me lo reproche, la foto es sólo decorativa, porque por desgracia no me apunté a acompañar a Joana a la excursión y no tengo fotos para documentar la veracidad de los hechos.
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4 comentarios:
Lo habrías tenido muy difícil para hacer una buena foto, los conejos se mueven muy rápido.
Respecto a la veracidad de los hechos, no seré yo quien la ponga en duda, aunque supongo que el conejo estará en proporción a la ardilla del post del martes pasado.
La pera.
Es llegar aquí desquiciada del día... y se me olvida el mal humor, la prisa, el agobio...
Los cuentos de Joana (y de Mòmo, que si no, no los tendríamos) hacen magia...
Si fuera productor contrataría a esa chiquilla de guionista.
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