14/8/09

Abuelísima


Hace unas semanas la abuela de Joana recibió una llamada sorpresa. Era un médico. Estaban llevando a cabo un estudio acerca de la salud de ex deportistas de élite. ¿Quería colaborar? Se lo pensaría. El médico volvió a llamar. Y aún otra vez. Aceptó y concertaron una cita. Ayer. Primero, un electro en reposo y una ecografía del corazón.

- Tiene unas pulsaciones de cuarenta, ¡esto está más que bien! ¿Cuántas horas corre?
- Oh, me gustaría decir que todos los fines de semana, pero no siempre tengo tiempo.

En la ecografía se ve una pequeña obertura en la válvula. El médico comenta que eso suele ser común entre jugadores de baloncesto.

- Ah, yo jugué al baloncesto antes de correr. Estuve con la selección.
- ¿Con la selección? ¿En serio? ¿Con quien jugaba?

Y ella empieza a recordar los nombres de sus compañeras, que siguen teniendo veinticinco años. Al principio mantuvieron el contacto (con Pili, con Cisca), luego nada. Pero hace dos años una de ellas la encontró y la invitó a pasar un fin de semana en su casa. Los dos matrimonios. Jugaron al baloncesto.

- ¡Claro, si es que te conozco también de eso!, del básquet.
- Bueno, lo dejé cuando nació mi cuarto hijo. Busqué otro deporte, algo individual que compaginara con mis seis hijos.
- ¿Cómo? ¿Seis hijos y esta carrera deportiva? ¿Pero cuántas horas entrenabas?
- Bueno, no podía dedicarle más de dos horas seis días a la semana.
El médico sonríe. ¿Sólo?
- Bueno, con el trabajo y todo, no disponía de más tiempo.
- Eres un fenómeno. Recuerdo haber oído hablar de una mujer con varios hijos que ganaba carreras.
- Lo más importante son los hijos que he tenido con mi marido. El resto ha ido saliendo adelante con buena voluntad y esfuerzo de los dos.
- Sí, sí. ¿Te importará que te haga otras pruebas? Una analítica la próxima semana y un nuevo examen el año que viene. ¿Te parece?

* En la foto aparece el orgullo de la abuela, incluida la fotógrafa.

3 comentarios:

Sergio dijo...

No creo que pueda haber mejor foto.

Ander dijo...

Ole.

Maria dijo...

Sí, sí, el orgullo... Porqué lo que es a la abuela, tienes que fijarte bien para verle un pie y una pequeñísima parte del rostro que se asoma por detrás del otro atleta de élite de la familia!