30/8/09

Filosofía


Este verano, por imperativos del guión, Joana ha ido de casa en casa: hoy a acompañar a una tía a hacer recados, mañana a la escuela de verano con una prima, la semana próxima a clases de ballet con su madrina... Aunque le gusta la gente y a la gente le gusta ella, este vaivén ha despertado su vena filosófica.
Está en casa de una tía -tía abuela, en realidad-, probablemente parloteando mientras la sigue a la cocina, al comedor, a la sala de estudio... De pronto, se le tuerce el gesto. Parece a punto de llorar, aunque el ojo atento de mi tía advierte que el puchero no es del todo real. La actriz suspira.
- ...Qué es una hija sin su madre...
- ¿Qué dices, Joana?
- Es que si no está mi mamá, ¿quién cuida de mí?
- Pues tus abuelos. Tu abuelo y tu abuela, ¿no?
- Pero, y si ellos un día se van, ¿qué? ¿Quién me cuidará?
- Pues yo, por ejemplo.
- ¿Tú me cuidarías?
- Pues sí. Yo. O otra persona*. Ya encontraríamos a alguien.
- ¿Sí?
- Sí.
- Ah. Pero... ¿qué es una hija sin su madre?


* No voy a escribir "u otra". No imagino a mi tía diciendo "u otra".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joana es sabia! es verdad! qué es una hija sin su madre...
bettyboop
pd. el otro día quedé con mi prima a tomar nuestro café con baileys y me dijo que su blog favorito es un quiosco de Malaquita. Y le entiendo. Este post es increíble.