19/1/11

Como decía ayer...



G. y A. llegaron de Caracas a nuestra casa el 9 de diciembre. Ella tenía que defender su tesis doctoral, y esa es una excusa tan buena como cualquier otra para ver a los amigos. A nosotros, los adultos, nos trajeron un libro grande, pesado, duro, hermoso y repleto de fotos de Venezuela, para ver si nos convencían para devolverles la visita. A Joana le trajeron un libro chiquito, delgado, blando. Creo que al ver el título se me escapó un "¡ah!" emocionado: Píntame angelitos negros. "¡La canción de Machín!" -en lo que a música se refiere, mis hermanos y yo hemos disfrutado de una infancia muy carrozona-. G. me explicó: "¿Qué? ¿Quién? No, no. Se trata de un poema muy famoso del poeta venezolano Andrés Eloy Blanco". (A veces, G. parece la encarnación de wikipedia). Me moría por leerlo, pero supe contenerme.

- Anda, léeselo tú.

Y mientras G. leía, Joana y yo disfrutábamos escuchando su acento cantarín y meloso. La noche siguiente se lo leí yo porque Joana me lo pidió. Y después su abuelo, que ya había llegado. Y creo que también lo leyó ella sola alguna vez.
La canción de Machín se basa en este poema, pero acortó los versos y limó venezolanismos. Una lástima. He aquí un fragmento:

Si queda un pintor de santos,
si queda un pintor de cielos,
que haga el cielo de mi tierra,
con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos blancos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negros,
que vayan comiendo mango
por las barriadas del cielo.

Y, claro, Joana decidió ser este pintor en cuanto tuvo oportunidad. Y pintó, junto a la Virgen blanca, un ángel negro. Con esto, por lo menos, deberían convalidarle EpC.

PD: En cuanto consiga el dibujo, lo comparto.

1 comentario:

ERT dijo...

Si en lugar de un angelito fuera una angelita negra, a lo mejor cuela lo de EpC. Por ahora se queda a medio camino.