27/1/11

Un libro de poesía

- Hoy se presenta un libro de poesía. ¿Te apetece bajar?
- No especialmente, pero si tú quieres, vamos.
- Sí, yo sí.
- ¿Y Joana?
- Nos la llevamos. Se portará bien. Cogeremos un libro para que se entretenga.
- Si veo que se cansa, salimos los dos.

Estamos en la presentación de Memoria del Paraíso, el libro de poemas de Corina Dávalos. Llegamos con tiempo. Unas diez personas se reúnen fuera de la sala. Una mesa grande y maciza, vestida con ejemplares del libro protagonista, hace las veces de librería improvisada para la ocasión. Detrás de la mesa, una librera joven atiende las esporádicas ventas. Joana traba conversación con ella, un poco por simpatía y otro poco por interés: tiene una libreta y tal vez le regale alguna hoja donde dibujar. Ha conseguido tres papeles y a ella le promete un dibujo por el favor. Antes de entrar, la autora ha reconocido a Joana, la ha saludado y le ha dedicado un libro. Joana le promete dos dibujos.

En la sala, Joana ha elegido el último sitio, desde donde puede dominar la concurrencia sin que nadie la moleste. Nosotros nos sentamos lo suficientemente cerca como para que no se pierda ninguna de mis miradas elocuentes (del tipo cállate, más bajito, después, etc.).

Acaban de empezar. La puerta ya está cerrada. Joana susurra:
- ¡Mamá!, ¿cómo se llama la chica de fuera?
Lanzo a la vez mis miradas de ahora no y silencio.
- Mamá... Tengo que escribirlo en su dibujo.
Yo también susurro, para reforzar el mensaje de mis ojos:
- Después. Shhhh.

Me entiende. Se enfrasca en sus dibujos. De vez en cuando desvío la atención para echarle un vistazo, pero está tranquila. De vez en cuando, deja el lápiz y lee en voz baja. Si sube un poco el tono, la aviso y vuelve al susurro. Mientras, Javier ha terminado de presentar a la autora y ahora ella nos lee algunos de sus poemas. Se va haciendo tarde, pero Joana se porta como una campeona. Termina el acto. Desde la mesa, la autora anuncia:

- ¿Hay alguna pregunta? ¿Sí, Joana?

No me había dado cuenta de que ha levantado la mano. Todas las caras hacia ella, todos esperando. Se oye alguna risa contenida, por lo demás, silencio expectante. La voz cantarina de Joana suena firme y clara:

- ¿Cómo se llama la chica de afuera, la de los libros? Es que tengo que escribir su nombre en su dibujo.

7 comentarios:

Ander dijo...

Carcajada.

Sergio dijo...

Bien, bien, así, poco a poco, introduciendo nuevos personajes en el blog.
PD: Que te hemos pillado (je, je).

Marc Roig Tió dijo...

Buenísimo.

Nico dijo...

Bueno, poco a poco le va quedando claro lo de esperar a que terminen los demás para poder hablar.
Muy bueno!

Fa dijo...

¡pregunta es pregunta!

ERT dijo...

Genial. Sólo un pero: lo de "del tipo cállate, más bajito, después, etc." entre paréntesis sobra.

Silvia Parque dijo...

pues tenía que saber...