30/3/11

Lectura bilingüe


Ayer tuvimos un invitado en casa. Javi es amigo de Joana desde siempre, que yo recuerde. Tiene dos años menos (o sea, que ya tiene casicuatroaños) y es listo, bueno y simpático. Comparte con Joana una imaginación incansable, una enorme capacidad de distracción y una verborrea constante.

Monté la cama nido y los acosté a su hora. Les leí un cuento (Hansel y Gretel, ilustrado por Cristina Losantos, de La Galera) y les di permiso para que miraran otro ellos solos. Joana eligió uno en catalán, a Javi le elegí uno yo en castellano, por si acaso le pedía a Joana que se lo leyera.

Unos minutos después, volvía a la habitación con intención de dar las buenas noches y apagar la luz. La puerta estaba cerrada. Me quedé escuchando. Al parecer, Joana le estaba leyendo a Javi, pero leía el suyo, en catalán. Como se dio cuenta, empezó a hacer traducción instantánea.

- Hi havia una bru-i-x... ¡Javi, que está en catalán! Espera. Había una bruja...
- ¿Ezta bruja?
- Javi, espera. Tienes que dejarme leer primero y luego te explico, que está en catalán.
- Vale.
- Había una bruja... molt, muy... lle...tja... Muy lenta.

Me río bajito. "Lletja" significa fea, pero ha salido muy bien del paso.

- Había una bruja muy lenta... y... que... tenía... una... berruga...
- ¿Qué ez una berruga?
- ¿Una berruga? Pues mira: es esto.
- Ah. Mi mamá una vez tenía una berruga.
- ¿Tu mamá? Pero no, aunque parezca así, no es así del todo. Las berrugas son más grandes. Son como... Los viejos tienen muchas berrugas.

¡Cuánto están aprendiendo! Les dejo un rato más. De dormir ya habrá tiempo.

2 comentarios:

Sergio dijo...

El placer de la lectura elevado a su máxima expresión.
Pd: no quiero pensar en el día en que nuestros hijos nos recriminen que no se escucha detrás de las puertas.

ERT dijo...

Claramente, no hiciste el papel de madrastra en esta historia.