13/2/12

Grandes inquietudes


- Aita.
- ¿Sí, Joana?
- Hay una cosa que no entiendo.
- Dime.
- Si la tierra siempre se mueve al mismo tiempo...
- ¿Qué?
- Que si el mundo siempre da vueltas al mismo tiempo...
- ¿A la misma velocidad, quieres decir?
- Sí, eso. Pues que por qué entonces hay días más cortos o más largos en invierno y en verano.
- Verás.

De pronto, el vaso de cerveza se convierte en el sol y el de agua en la tierra. Mi copa de vino es injustamente desterrada de la mesa, para que no estorbe. El mundo, ligeramente inclinado, da vueltas sobre sí mismo y alrededor del estático sol, mientras el padre va saciando la curiosidad de la niña. Dura un momento. Después, el universo deja sitio sobre el mantel para nuestras bebidas. Recupero mi vino y seguimos comiendo. A nadie más parece sorprenderle que los macarrones hayan compartido mesa con el universo. En fin. Será cosa del frío.

1 comentario:

Raymunde dijo...

Es la magia de Joana la que hace posible de convivencia de todos los elementos del universo en el mismo sitio y al mismo tiempo.