27/2/13

Hay conversación a la vista

- ¿Y es niño o niña? -me pregunta la recepcionista del hotel.
Joana se me adelanta.
- No lo sabemos. No lo queremos saber. Queremos que sea sorpresa.
Sonrío, para confirmar la afirmación.
- ¿Sorpresa? ¡Qué bonito!
- Tú también puedes, ¿sabes? Digo, eso de que sea sorpresa.
La chica se turba por un momento, pero luego ríe y responde.
- Bueno, puede que más adelante. De momento no hay ningún bebé aquí.
- Quién sabe. Yo nací sin padre, ¿sabes? Yo creo que en una de estas mi abuelo se equivocó y en lugar de poner una semilla en mi abuela, la puso en mi madre.

¡Ay!

¿Quién le habrá dicho nada de semillas? Aunque bueno, eso no es ahora lo que me preocupa. El comentario tiene toda la inocencia y la candidez de sus siete años, pero, claro...

Hace un par de años, en uno de esos cursos para padres (en los que, según mi cuñado, te demuestran con teoría y ejemplos lo mal que lo estás haciendo) Jokin de Irala comentó que en ciertos temas controvertidos, como puede ser el sexo, es mejor llegar un año antes que un minuto tarde, porque todo lo que no les expliquemos lo aprenderán en algún otro lado.

Joana tiene sólo siete años. Tengo bastante claro que debo hablar con ella, aunque todavía no sé cómo. Sigo pensando.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Entre lo de Papá Noel y ahora esto, va a ser un 2013 de no olvidar. Suerte.

Ferran dijo...

Apassionant! Seguirem (morbosament) les teves estretègies i els teus moviments... Ànim!