19/6/08
visiones
Joana está con sus abuelos -de ahí que se apague la chispa de este blog-, pero piensa en mí (sí, claro que te recuerda; cada vez que llora o se enfada suelta un "quiero ir con mi mamá") todas las mañanas. Ahora ayuda a su abuelo con el estanco: repone existencias (¡temblad, protectores del menor, pues está en contacto con el mayor mal del siglo: el tabaco!), atiende a los clientes (mal, me imagino, pero con simpatía) y mira el mismo cuento todos los días. Es su descanso, el de ella y el del abuelo. Se sientan sobre sendos montones de periódicos para devolución o uno de los escalones de la trastienda y leen. Y siempre que llegan a esta imagen dicen ambos: Es Mònica. Mi padre y mi hija comparten la misma imagen de mí; y yo, que no sé si estoy a la altura.
* Información sobre la imagen y el libro, aquí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
ya puedes estar orgullosa!!
Deletrea de Eritrea
Que se apague la chispa - ¡no el blog!
Publicar un comentario